"That's why they call them crushes. If they were easy, they'd call 'em something else"
"Sixteen Candles" (1984)
Dirigida por: John Hughes
Protagonistas: Molly Ringwald, Michael Schoeffling, Anthony Michael Hall, Justin Henry, Haviland Morris, Gedde Watanabe, Blanche Baker, Edward Andrews, Billie Bird, Liane Curtis, John Cusack, Joan Cusack
"I want Jake from Sixteen Candles waiting outside the church for me". A ver, a ver, a ver. Emma Stone, para. Qué es eso de la iglesia? De todas las frases de nostalgia por las películas ochenteras, esta me pareció siempre la más mamona; por la frase en sí y por la imagen de una niña vestida como dama de honor parada en la puerta de una parroquia. "Sixteen Candles" era la que menos me tincaba ver.
Samantha Baker está de cumpleaños; cumple sus sweet 16 y está muy emocionada por ese hecho, ya que siempre quiso tener 16. El problema es que toda su familia se olvida de su cumpleaños y nadie la saluda; claro, todo el mundo parece estar más pendiente del matrimonio de Ginny, la hija mayor de la familia, que se llevará a cabo al día siguiente. Samantha de inmediato sabe que serán los peores dos días de su vida. Eso no es nada: Sam también deberá lidiar con las visitas familiares poco deseadas, con el estudiante japonés de intercambio que vive con sus abuelos, con el geek que no para de jotearla y con la sorpresiva noticia de que Jake Ryan, el tipo más popular y mino de la secundaria, también está interesado en ella.
Me arrepiento de todo lo que pensé y dije sobre esta película antes de verla. De las tres que he visto para completar esto de "las películas ochenteras que Emma Stone nombra en Easy A", "Sixteen Candles" ha sido la que más me ha gustado. Parece que el gusto va progresando. Es una película demasiado genial y divertida; pensé que sería más del estilo "The Breakfast Club", pero no, es súper graciosa y bien rápida. Samantha Baker es un amor, una total heroína, no como las otras protagonistas de las películas ochenteras que ya vi; es la primera que me cae bien de verdad. Quizás porque comparto su atado con el cumpleaños... no es que las personas se olviden del mío, pero pareciera que sí, porque es en pleno verano, nunca hay nadie, casi siempre recibo saludos como dos o tres días después del día de mi cumpleaños en sí porque tal y tal persona estaba de vacaciones, nunca he tenido una celebración como tal por las mismas razones... creo que por todo eso me da lata estar de cumpleaños, más que por envejecer; es súper fome estar de cumpleaños en verano. Pero en fin, Samantha lo sobrellevó súper bien, no como yo, que paso seis meses enojada porque, otra vez, no tuve un cumpleaños decente. Y Jake Ryan... el más mino de los hombres que he visto en este tipo de películas, pero el más fome. O sea, si lo dejamos a él solo, no es fome, pero si lo pones al lado de Patrick Dempsey en "Can't buy me love", no hay dónde perderse. Igual comprendí el crush que Samantha tenía por él: alto, mino, ocupado; no la culpo. Eso sí, una de las mejores cosas que tiene "Sixteen Candles" son los personajes secundarios: los cuatro abuelos de Samantha, el Geek, los amigos del Geek, el estudiante japonés, la mina del bus escolar, la hermana mayor de Samantha y su problema hormonal en el matrimonio; todos son adorables. La música y la moda también la llevan; hay mucho, mucho hit clásico y, sé que ya he dicho que me carga la ropa que se usaba en los '80, pero era imposible que a Molly Ringwald algo le quedara mal. "Sixteen Candles" se ganó mi corazón; no sé si también quiera a un Jake Ryan esperándome afuera de la iglesia después del matrimonio de mi hermana, pero... mentira, sí quiero.
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