Friday, February 08, 2013

Día 348: Patch Adams


"Hunter Patch Adams: You treat a disease, you win, you loose. You treat a person, I guarantee you, you'll win, no matter what the outcome"

"Patch Adams" (1998)
Dirigida por: Tom Shadyac
Protagonistas: Robin Williams, Daniel London, Monica Potter, Philip Seymour Hoffman, Bob Gunton, Josef Sommer, Irma P. Hall, Peter Coyote, Michael Jeter

Voy a confesar que siempre sentí algo de odio hacia esta película por el simple hecho de que a la mayoría de las personas a las que sí les gusta se van en la volá de también estar siempre feliz, de hacerse siempre los chistosos, de usar la nariz roja y de andar siempre con el "Smile" por todas partes; no sé por qué, pero me carga esa actitud. No es que no me guste la felicidad, pero no le anden copiando al doctor, no les sale. Pero en fin, como igual apoyo la idea de que la risa es la mejor medicina, decidí sacarle el estigma a esta película.

Hunter Adams es un tipo que está medio perdido por la vida y decide entrar voluntariamente a un hospital psiquiátrico. En ese lugar se da cuenta de lo lejana que es la relación médico-paciente y de cómo un juego ayuda a su compañero de cuarto; por esa razón decide estudiar Medicina y convertirse en un doctor que no sólo cure enfermedades, sino que también uno que mejore la vida de sus pacientes. Mientras está en la universidad, Hunter, ahora llamado Patch, tiene tantos seguidores como retractores, se mete en problemas, se le considera "exageradamente feliz", pero a pesar de todo, no abandona su sueño de poder tratar mejor a las personas.

Ya, igual la película es súper bonita y tierna y divertida, ¿para qué estamos con cosas? Jamás podría odiar a Robin Williams ni aunque hiciera la más mamona y usada de las películas. La historia del verdadero Patch Adams también me gustó mucho; pensé que siempre había sido feliz, pero la verdad es que tuvo momentos demasiado tristes. No entendí por qué decidieron cambiar la historia de Carin (leí que Patch perdió un amigo, no una novia), pero de todos modos, fue la escena que más me impacto. Qué terrible perder a alguien así. Y sí, el método de la risa es el mejor, me encantó lo felices que se veían los niñitos o lo mucho que mejoraban pacientes que sólo querían morirse; no me gustan los payasos ni la nariz roja, pero comparto el método. Al final no queda otra que reírse y pasarlo bien no más.

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