"Narrator: There he lies. God rest his soul, and his rudeness. A devouring public can now share the remains of his sickness, and his phone numbers. There he lay: poet, prophet, outlaw, fake, star of electricity. Nailed by a peeping tom, who would soon discover...
Jude: A poem is like a naked person...
Narrator: - even the ghost was more than one person.
Arthur: ...but a song is something that walks by itself"
"I'm not There" (2007)
Dirigida por: Todd Haynes
Protagonistas: Cate Blanchett, Ben Whishaw, Christian Bale, Heath Ledger, Richard Gere, Marcus Carl Franklin, Charlotte Gainsbourg, David Cross, Julianne Moore, Michelle Williams, Kim Gordon, Richie Havens
Quizás a la gente que me conoce bien le sorprenda el hecho de que yo haya visto una película sobre Bob Dylan, porque siempre he creído que el tipo es uno de los artistas más sobrevalorados de la historia. Como me he quitado hartos prejuicios del cuerpo gracias a 365mm, pensé que la música de Bob Dylan podría ser otra más. De hecho, estuve evitando la película durante mucho tiempo, antes de comenzar este blog incluso, pero los comentarios sobre Heath Ledger y Cate Blanchet sólo me provocaban más curiosidad.
"I'm not There" trata varias historias durante sus dos horas de duración; estas historias siguen a seis personajes, los cuales son una personificación de las varias etapas por las que ha pasado Bob Dylan en su vida. Primero tenemos la historia de Woody Guthrie, un pequeño niño afroamericano que viaja por Estados Unidos junto a la compañía de su guitarra y que sueña con convertirse en cantante; Woody es la personificación del fanatismo que sentía Dylan por el cantante folk del mismo nombre. La segunda historia es la de un tipo que comparte el nombre con el poeta francés Arthur Rimbaud y que responde con citas de las canciones de Dylan cada vez que le preguntan algo; ¿por qué Rimbaud? Porque se dice que Bob se influenció mucho a través del poeta. La tercera historia se trata de Jack Rollins, un joven cantante de folk cuya vida es contada a modo de documental gracias a su amiga Alice Fabian (una especie de Joan Baez); esta historia muestra los inicios de la carrera de Bob Dylan. La siguiente historia es la de Robbie Clark, un actor que interpreta a Jack Rollins en una película y que se hace tan famoso como el personaje; esta parte es la personificación de la vida más personal de Dylan, la relación con sus hijas y su esposa de la época. Luego tenemos la historia de Jude Quinn, un cantante que está de gira por Inglaterra, pero que es criticado hasta por sus fans sólo por el hecho de usar guitarra eléctrica y de negarse como cantante folk; esta es la personificación de la época en que Bob Dylan se fue a UK y donde lo pifiaban en cada concierto. Y por último tenemos la historia de Billy the Kid, que está inspirada en un personaje que Dylan interpretó en una película. Todas estas historias van siendo mostradas al mismo tiempo y van mostrando una genial especie de biografía del cantante.
Ya dije que no me gusta Bob Dylan, pero me encantó, me encantó, me encantó esta película. Me gustó más por su estilo, esa forma única de presentar una biografía con distintos actores interpretando el mismo personaje durante distintas etapas, que por su protagonista en sí. Es demasiado genial y sería espectacular que otras películas sobre otros cantantes siguieran el mismo estilo. Cada actor queda como el más seco del mundo cuando aparece en escena, sobre todo Cate Blanchett, que tuvo que hacerlas de hombre, obviamente; pero hasta el pequeño Woody, que no debe tener más de 13 años, actúa genial. Un reclamo al resto del mundo sí: ¿por qué no me dijeron que actuaba Christian Bale? Pasó lo mismo que pasó con "Velvet Goldmine"; la hubiese visto hace rato. Y bueno, las mujeres de Dylan también son secas; en especial Julianne Moore, hermosa y genial como siempre. Además del estilo de dirección y de las actuaciones, me sorprende decir que también me gustó el soundtrack; no me volvió loca, pero sí me dieron ganas de bajar algún greatest hits de Bob Dylan y recordar lo espectacular que lo pasé mientras veía esta película. El punto es que no quiero que el tipo me quede gustando, porque ya he gritado tantas veces a los cuatro vientos que no lo soporto, que es raro cambiar de opinión sólo gracias a una película. No sé. Pero lo que sí sé es que no me equivoqué al ver "I'm not There", sea fanática o no de Bob Dylan.
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