Tuesday, July 10, 2012

Día 155: Joven y Alocada


"En un principio, yo decía: 'Jamás culearía antes del matrimonio'... ya, nunca dije eso, pero sí decía: 'Jamás pondría el gorrito'"

"Joven y Alocada" (2012)
Dirigida por: Marialy Rivas
Protagonistas: Alicia Rodríguez, María Gracia Omegna, Felipe Pinto, Ingrid Isensee, Aline Küppenheim, Alejandro Goic, Camila Hirane, Luis Gnecco, Catalina Saavedra

De partida, recordemos que no me gustan las películas en español, therefore, no me gustan las películas chilenas. Sí quería ver "Joven y Alocada" sólo por un tema de que empecé a leer su blog en el verano y me causaba entre risa y rechazo. Pura curiosidad.

Daniela tiene 17 años, fue criada en una familia evangélica, evangélica, muy evangélica (tres veces, para que se note) y está pasando por todo lo que se llama despertar sexual. Sale a carretear, tiene aventuras por todas partes y escribe sus anécdotas en un blog, donde varias personas leen sus tallas y le dejan comentarios; bueno, todos sabemos cómo funciona un blog. Cierto día, la directora del colegio cristiano al que asiste Daniela, le dice que le informaron que ella ya había cometido el pecado de la fornicación y tiene que expulsarla. Su madre, Teresa, una mujer tremendamente fanática de su religión (lo que la hace parecer insoportable), le quita todos los privilegios, la condena como fornicaria y la obliga a trabajar en un canal de televisión evangélico. En ese lugar, Daniela conoce a Tomás y a Antonia, quienes serán personajes claves para poder seguir escribiendo más anécdotas en el blog de Joven y Alocada.

Creo que una vez lo escribí, pero una de las razones del porqué no me gustan las películas chilenas es porque los actores tratan de pronunciar todas las 's' cuando nadie en este país habla así, lo que resulta en una actuación sobreactuada; en "Joven y Alocada", gracias a Yisus, como Daniela le dice, no pasa eso. Todo bien pronunciado a la chilena. Me gustó la historia, pero la encontré algo exagerada, sobre todo para estar desarrollada en un mundo evangélico; pero esa es una cuestión mía, porque crecí en una familia de una religión distinta. Odié mucho la voz de la protagonista; en lugar de conseguir que me metiera más en la historia o de seguir teniendo ganas de escuchar sus relatos del blog, la tipa me daba sueño. Entre su voz weoncita y su cara con cero expresión, creo que encontramos a la Kristen Stewart chilena. El soundtrack es bueno, sí (excepto por la última canción, la que aparece junto con los créditos), y me reí mucho con los comentarios que le dejaban en su blog. Creo que lo leeré de nuevo.

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