"Memoirs of a Geisha" (2005)
Dirigida por: Rob Marshall
Protagonistas: Zhang Ziyi, Suzuka Ohgo, Gong Li, Ken Watanabe, Michelle Yeoh, Youki Kudoh, Kōji Yakusho, Cary-Hiroyuki Tagawa, Ted Levine
Hace tiempo que quería ver esta película básicamente porque trata el tema de las geishas. Todos sabemos que acá en Chile debemos tener el peor ejemplo de lo que es una geisha y, ahora que vi la película, creo que ella ni debió haber sido una. Bueno, para no quedar con el estigma de 'uy, son prostitutas', me decidí a verla.
Chiyo Sakamoto es una niña de 9 años que es vendida, junto a su hermana Satsu, como sirvienta. Chiyo es obligada a trabajar en una casa de geishas bajo el estricto mandato de una mujer a la que llama Madre, mientras convive con Pumpkin, otra niña de su edad, y Hatsumomo, una geisha que le hace la vida imposible. Con el tiempo, Chiyo y Pumpkin van a una escuela de geishas, pero sólo Pumpkin continúa, ya que Chiyo consigue que Madre sólo gaste mucho dinero en ella y es retirada. Luego de unos años, la salvación de Chiyo llegará en manos de Mameha, dueña de otra casa de geishas, quien la guiará y la ayudará a convertirse en una.
Si tuviera que darle un premio a "Memoirs of a Geisha" por la dirección de arte o la producción se lo daría; cada objeto, habitación, decoración, trajes, maquillaje y cualquier cosa relacionada a la cultura japonesa de esa época, es demasiado bonito y hasta quise quedarme con algunas cosas. Pero como que me faltó algo en la película para que me terminara gustando 100%; aún no sé lo que es. O quizás fue mi ánimo de ayer, porque encontraba todo fome, hasta los nuevos capítulos de Girls y The Walking Dead, y que yo encuentre fome The Walking Dead es mucho. Pero en fin, volviendo a "Memoirs of a Geisha", muy bonito todo; Zhang Ziyi es adorable y con ojos azules se ve aún más linda, mientras que Ken Watanabe es mino a morir. Me gustó mucho la historia de ambos y el desenlace, pero estuve de acuerdo con Chiyo en eso de que el Director debió haberle dicho la verdad antes. Y una cosa que me llamó la atención fue lo empecinadas que eran algunas mujeres por convertirse en geishas; me quedó claro que no son prostitutas, son un entretenimiento artístico y musical, pero no entiendo tanta manía por querer atender a un hombre que puede atenderse solo. Sí entiendo que para algunas, como Chiyo, era un modo de escape para no seguir siendo sirvienta, pero el querer ser Geisha sólo porque sí, se me hace medio raro. Pero en fin, bonita película.
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