Desde que tengo uso de razón siempre me vi sentada en un sillón mirando tele; crecí con cable, así que tenía a la mano muchas series y películas. Mi abuelo y sobre todo mi papá, influyeron mucho en esa forma de vida. Pero cuando tenía 16, mis papás sacaron el cable y ahí quedé. No vi más series, no vi más películas, no más premiaciones, nada; me perdí completamente de ese mundo. Empecé a escuchar más música, algo que también siempre me ha gustado, pero desde que era adolescente sentía que me faltaba algo para hacer la vida más entretenida.
A pesar de haberme alejado del cine, nunca dejé de seguir lo que hacía Leonardo DiCaprio, quien ha sido mi actor favorito desde que hizo "Romeo & Juliet". Fue así como vi "Inception" y fue ese mismo día en que decidí que tenía que hacer algo y volver a amar las películas como lo hacía en la adolescencia. Luego de un tiempo en Tumblr, descubrí 365mm.
365mm llamó de inmediato mi atención por todo el asunto de ver una película diaria y seguir una rutina; sabía que era eso lo que tenía que hacer y esperé un tiempo, hasta saber que la universidad me dejaría más tiempo libre, para comenzar mi propio 365mm.
Comencé a finales de 2011 y admito con mucha lata que me costó empezar, pero fue por un asunto de estar trabajando y por un atado que hubo en mi universidad que me dejó con clases en verano, puaj. Pero ya en febrero del año pasado, tomé las riendas del blog y nada más detuvo, a excepción de un par de noches de carrete o de traducción. Traté de ser lo más comprometida posible y traté de pagar muchas deudas con varias películas; creo que no lo hice nada de mal.
Ahora ya terminé, todavía no puedo creer que lo haya completado, porque juraba que me rendiría como al día 126, pero no: 365mm ha sido una de las mejores cosas que he hecho, me ayudó bastante tanto en el plano personal como en el intelectual; creo que soy más sabionda en esto del cine, pero no niego que todavía me quedan muchas más cosas por saber y muchas más películas por ver. Esto debe ser algo así como una introducción.
Y eso. Muchas gracias a los amigos y conocidos que se interesaron por lo que estaba haciendo, a todos quienes me recomendaron películas (sorry si no vi algunas) y obviamente, a todos quienes leían y dejaban algún comentario. Si tuviera que volver a someterme a la presión de hacer 365mm, de aprender muchas más cosas de las que hubiera imaginado, de compartir ideas y opiniones con los demás, lo volvería a hacer a ojos cerrados, porque de verdad creo que fue una de las mejores experiencias de mi vida, aunque suene exagerado. Eso sí, dejaré pasar un par de años, nunca tan fanática de la rutina.
Ahora sólo queda seguir aprendiendo; no quiero volver a dejar las películas nunca más, de eso estoy segura. Quiero seguir sorprendiéndome a mí misma, quiero saber mucho y quiero seguir escuchando miles de soundtracks. Así que adiós, 365mm; quizás nos encontremos de nuevo en unos cinco años más.